Consejo: No duermas con las musas.
Ayer pensando y pensando, llegó a un punto en el que las musas me visitaron. Me tocaron. Compuse un poema. O al menos yo lo llame así. Expresaba lo que sentía. Tenía un ritmo. Todo lo que podríamos esperar de una expresión artística de dicho porte.
Maldita inspiración nocturna, pues el poema en el olvido cayó, demostrando, una vez más, cuan efímeros los sentimientos pueden ser.
Si siquiera un papel a mano hubiera tenido, no estaría aquí lamentándome.
Pero en la cama me hallaba y las musas conmigo allí yacían.
MA Language and Linguistics student in Aberdeen, photographer and produce assistant. This is my world, this is my blog and these are my two cents.
jueves, octubre 25, 2007
domingo, octubre 07, 2007
La ilusión.
Nos impulsa. Nos dar fuerza. Nos da argumentos para continuar.
Sin ella no tendríamos rumbo en este camino que muchos empezamos hace tiempo y otros comenzaron hace segundos.
Haz algo con ilusión y no irá mal aunque todo parezca ir mal.
Ilusión por aprender. Por ser. Por amar. Por conseguir nuestros sueños más anhelados.
En definitiva, por alcanzar una meta que se postergará en el mejor caso hasta el infinito y en caso de alcanzarla nos sentimos increíblemente libres y ligeros.
Sabemos cuando alguien la ha perdido. Podemos leer en los ojos brillantes de alguien como dice o hace algo con ella. Podemos apreciarla en el resultado de la labor de alguien que la utilizó como inspiración. Difícil de imbuir a otros cuando la pierden. Aumentada cuando estos la recuperan.
No perdáis la ilusión.
Empezad cada día como si fuera el primero. Recuperad esa sensación de cuando eramos niños, la noche antes del Día de Reyes.
Nos impulsa. Nos dar fuerza. Nos da argumentos para continuar.
Sin ella no tendríamos rumbo en este camino que muchos empezamos hace tiempo y otros comenzaron hace segundos.
Haz algo con ilusión y no irá mal aunque todo parezca ir mal.
Ilusión por aprender. Por ser. Por amar. Por conseguir nuestros sueños más anhelados.
En definitiva, por alcanzar una meta que se postergará en el mejor caso hasta el infinito y en caso de alcanzarla nos sentimos increíblemente libres y ligeros.
Sabemos cuando alguien la ha perdido. Podemos leer en los ojos brillantes de alguien como dice o hace algo con ella. Podemos apreciarla en el resultado de la labor de alguien que la utilizó como inspiración. Difícil de imbuir a otros cuando la pierden. Aumentada cuando estos la recuperan.
No perdáis la ilusión.
Empezad cada día como si fuera el primero. Recuperad esa sensación de cuando eramos niños, la noche antes del Día de Reyes.
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