Y los papeles danzaron hasta el amanecer…
Anoche estaba en mi cama durmiendo, y me despertó un ruido.
Al abrir los ojos, dos papeles que estaban metidos en el marco del espejo, se estaban frotando. Me quede mirándolos un rato hasta que pararon. Me recordaba a la escena de la bolsa danzarina de American beauty.
Un papel acariciaba al otro con suavidad, a la merced del viento, y cuando este volvía a su posición el otro le correspondía.
A veces nosotros también nos dejamos llevar…otras veces, somos presas de nuestros miedos y no hacemos todo aquello que querríamos hacer, quizás, por miedo a que podría pasar por dejarnos llevar.
Miedo a decir “te quiero”. ¿No es irónico?
Las palabras que mas nos suelen reconfortar, es aquella que mas nos cuesta decir. Quizás por ello es por lo que tanto las apreciamos.
Hay que ver lo que dan de si dos papelitos danzando en la noche, ¿verdad?
1 comentario:
Se necesita una gran fuerza para dar el primer paso, fuera que yo por ejemplo no tengo. He desaprovechado muchas ocasiones de las que me arrepentiré toda la vida. Sin embargo como bien dices Jesus, libera mucho... pero hay que lanzarse primero...
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